domingo, 2 de diciembre de 2012

ENTRE INCREIBLE Y ASOMBROSO: LA DAIA RECIBE SUBSIDIOS ESTATALES


Es así, aunque usted no lo crea. El estupor que provoca esta información oscila entre lo ¡increíble! a lo ¡asombroso! Y no podría aplicarse otra calificación, so pena de ser calumniado de haber cometido un delito discriminación por odio racial o religioso. Pero esa es la realidad. 

El diario La Nación nos informa el lunes 5 de noviembre (Pág. 7), en el artículo “La DAIA define su nexo con el gobierno”, cuyo autor es Jaime Rosemberg, producido con motivo de las elecciones de las nuevas autoridades de la institución – las cuales debían realizarse en esa fecha – de que ambos candidatos, tanto Julio Schlosser (Nuevo Modelo Comunitario) como Claudio Avruj (“Su lista no tiene nombre” y es “secretario de Derechos Humanos del gobierno de la ciudad, recibió el apoyo inicial de un sector del macrismo, de la ortodoxia religiosa y del rabino Sergio Bergman”), coinciden en criticar “el actual modelo de financiamiento de la DAIA, que tiene un presupuesto de algo menos de 5 millones de pesos anuales, una modesta plantilla de 20 funcionarios y el aporte obligatorio de las instituciones adheridas, que no llega -según distintas fuentes- a cubrir el 10 por ciento de esa suma”. 

¿Sabe usted quién financia el otro 90 % faltante?: principalmente el Gobierno Nacional presidido por la señora Presidente Cristina Fernández de Kirchner y el Gobierno de la Ciudad de BA, por Mauricio Macri. Es decir, la DAIA es financiada en gran parte con el impuesto que pagan los argentinos.
Sobre esta cuestión específica, La Nación dice: “‘El objetivo es no depender ni de Télam ni de [Mauricio] Macri. Si no somos capaces de conseguir 400.000 pesos por mes es porque no servimos", afirmó Schlosser a LA NACION. ‘A la DAIA la tienen que sostener los judíos, y no puede ser que el Gobierno baje pauta publicitaria o no según quién gane los comicios’, denunció Avruj”. 

“Desde esa lista, pero también desde buena parte de la actual dirigencia comunitaria, se reconoce el aporte que el Gobierno realiza a través de la agencia de noticias Télam (habría $ 800.000 de pauta publicitaria retenidos desde hace meses); la Anses, que encabeza Diego Bossio, y la Sigen, que preside el polémico ex candidato a procurador Daniel Reposo, quienes auspician distintos eventos organizados por la entidad surgida en los años 30 para luchar contra el antisemitismo en el país”. 

“Según fuentes comunitarias, el flujo financiero oficial llega, por ejemplo, a través de avisos en la revista y el sitio web de la DAIA, donde se publica propaganda de la Presidencia de la Nación, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Desarrollo Social, YPF y el Grupo Veintitrés, aunque también la agenda cultural del gobierno porteño. También se canalizan a través de la Fundación Amigos de la DAIA, que en el presupuesto nacional aprobado para este año tenía asignada la suma de $ 750.000” (Lo resaltado es responsabilidad del autor). 

La DAIA, Israel y el antisemitismo 

La DAIA, es la entidad representativa de la comunidad judía Argentina, a la que están adheridas 140 instituciones judías de diferentes tipos, para lo cual realiza una tarea política y educativa que - entre otras cosas- enfatiza “en forma permanente sus vínculos con el Estado de Israel, centro espiritual de la vida judía”, según lo reconoce anualmente el “Informe sobre Antisemitismo en la Argentina”. En otras palabras la DAIA - que se autotitula una ONG – es una entidad política del sionismo internacional, estrechamente relacionada a los intereses de un estado extranjero: Israel. 

Por eso resulta ¡increíble!, y a la vez paradójico que una entidad, que es una especie de apéndice funcional de un estado extranjero e identificada claramente con un movimiento político internacional como lo es el sionismo, pueda recibir fondos del Estado Argentino, o sea dinero proveniente de los impuestos que pagan los ciudadanos argentinos, para financiar la diatriba, la difamación y la calumnia contra sectores, grupos o publicaciones argentinas que asumen la defensa de la integridad territorial, espiritual y continuidad histórica de la Nación Argentina. 

Esa es la causa real por la cual Patria Argentina no escapa al accionar persecutorio de la DAIA, la cual incluye permanentemente a esta publicación en el mencionado “Informe sobre Antisemitismo en la Argentina”, en la sección “Partidos y publicaciones antisemitas”, como blanco de su falsa y mentirosa calificación de “antisemita”, con la intención de intimidar y descalificarla moralmente ante el público argentino y a través de su red internacional, en particular a través del Departamento de Estado de EE.UU. con su agencia de seguimiento del antisemitismo en todo el mundo. 

Patria Argentina nunca fue el victimario sino la víctima del “gran silenciador” - como lo denominan lo profesores John Mearsheimer y Stephen Walt, también de origen judío y autores del estudio “El lobby de Israel y la política exterior norteamericana” (Ver Boletín del CCP Nro 116, agregado a Patria Argentina de mayo de 2006) – función que en el orden local lo cumple la DAIA, recurriendo a la acusación de “antisemita” contra todos los que critiquen las acciones del Estado de Israel o supuestamente afecten a los grupos o personas judías y/o pro-israelíes. 

A los efectos de simple referencia y para mantener viva la memoria de las amenazas sobre nuestro país, sería muy conveniente que los argentinos no se hagan los distraídos ni se olviden que el fundador del Sionismo Internacional –Theodoro Herzl– en su propuesta para el asentamiento del futuro Estado Sionista, en 1895, consideró en su obra “El Estado Judío”, que dos territorios debían ser considerados para ello: “Palestina o la Argentina”. 

¡Increíble! y ¡Asombroso! 

Pero lo más ¡increíble!, es que todo ese accionar de la DAIA sea financiado por el Estado Nacional (Cristina Kirchner y el Congreso) y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Mauricio Macri), en perjuicio de los propios ciudadanos argentinos.
 
Pero lo peor y más ¡asombroso! y absolutamente contradictorio, es que fondos estatales sean otorgados graciosamente a una institución que representa a una de las comunidades que estarían conceptuadas como las más ricas del país, sino la más rica, cuando niños argentinos se mueren por desnutrición en Misiones, Chaco o Tucumán, o innumerables desposeídos, muchos de ellos ancianos, duermen tirados en las calles y plazas del centro de la Ciudad de Buenos Aires. 

La DAIA y las entidades que la integran son responsable secundarias por la inmoralidad de pedir y recibir esa dádiva. En cambio, la responsabilidad principal recae sobre los funcionarios argentinos, por su servilismo a toda prueba y por su indignidad abyecta y execrable. 

Publicado en Patria Argentina N 293 del 15-11-2012

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