domingo, 3 de marzo de 2013

Carteles de protesta en el arribo de la Fragata.



2 de marzo
Aluden al reclamo salarial de la Armada. Además, a través de las redes sociales, convocan a concentrarse el próximo martes frente al Edificio Libertador. En Gobierno creen que son retirados que buscan crear malestar.
Por Fernando Oz




Aguas agitadas. La fragata Libertad ingresa al puerto de Buenos Aires. A la derecha, los afiches con las exigencias.
Tanto el Ministerio de Defensa como el de Seguridad restaron ayer importancia a una convocatoria impulsada, desde hace dos semanas, por suboficiales de las fuerzas a través de las redes sociales con el fin de reclamar “por un salario digno”. Sin embargo, como medida preventiva, los jefes de las diferentes fuerzas enviaron radiogramas para alertar sobre las futuras sanciones para quienes participen de “cualquier acto de inconducta”.
Una muestra de malestar escapó ayer del ámbito de las nebulosas redes sociales y se instaló en el apostadero del puerto de Buenos Aires, justo cuando arribaba la emblemática fragata Libertad. “Salarios dignos y en blanco”, se leía en los afiches que fueron pegados en diferentes sectores del área portuaria que controla la Armada. Nadie sabe en qué momento se pegaron los carteles, pero allí están y con la genérica firma de “Suboficiales de la Armada Argentina” y el rostro del jefe de esa fuerza, el almirante submarinista y veterano de guerra Daniel Martin.
La protesta, de concretarse, se realizá el martes en las puertas del Edificio Libertador (sede de la cartera de Defensa) y en el Ministerio de Seguridad, ubicado en Gelly y Obes al 2000. “No sabemos qué puede suceder, hay muchas presiones. Nadie tiene ganas de salir a tocar un bombo, pero la problemática salarial es una realidad”, explicó a PERFIL un suboficial mayor del Ejército que ruega no pasar a retiro porque “cobraría una miseria”.
En un extenso panfleto distribuido en diferentes bases navales se indica que “un suboficial segundo con 25 años de antigüedad y tres hijos cobraba antes del decreto 810 pesos y ahora 480”. Se refiere a “las consecuencias de la aplicación del Decreto 1305/12, que a su entender “siguen produciendo efectos negativos sobre los salarios de los suboficiales”.
La tensión comenzó a expandirse en el Ministerio de Defensa. Un funcionario de primera línea de esa cartera aseguró ayer a PERFIL que no sabe de dónde procede el malestar: “No los podemos detectar desde las redes sociales, no podemos decir quiénes son”.
Lo cierto es que la convocatoria, al menos en las Fuerzas Armadas, está pautada “a las 8 de la mañana en el Edificio Libertador, para los familiares y los retirados. Los que estamos en actividad estaremos despues de las 14.30”, reconoció uno de los suboficiales desde las sombras. En el coqueto edificio de Gelly y Obes aseguran que la situación está “controlada”. Una fuente de Seguridad acusó “a un sector de retirados” de buscar generar malestar”, y dijo que están identificados.
El jefe de la Prefectura Naval, prefecto general Luis Heiler, fue uno de los primeros en lanzar una advertencia a sus subordinados. Lo hizo a través de una comunicación donde se recuerda que “cualquier reclamo que el personal pudiera considerarse con derecho a efectuar siempre deberá ser encaminado de conformidad a las previsiones establecidas en el artículo 10, 206 y sucesivos de la Reglamentación del personal, recomendándose especialmente encaminar la petición siguiéndose la vía jerárquica correspondiente”.
En octubre pasado, agentes de Gendarmería y Prefectura Naval realizaron protestas pidiendo aumento y blanqueo de sus sueldos. Luego se sumó un grupo de la Armada.
Ayer, la presidenta Cristina Fernández aludió tangencialmente al conflicto al criticar las medidas cautelares concedidas por la Justicia a un grupo de oficiales y suboficiales que reclamó una actualización de sus haberes, con el argumento de que habían quedado fuera los adicionales no remunerativos. El Gobierno cree que existe complicidad entre un sector de la Justicia y miembros de las fuerzas de seguridad.

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