-Cuando les toca de cerca parece que se ponen nerviosos, mientras lo sufre el pueblo poco les importa la inseguridad.
Los vecinos del edificio de la calle Salta 960, entre Estados Unidos y Carlos Calvo, no tienen de qué quejarse; al menos, no de la inseguridad: desde el 20 de julio tienen custodia policial en la puerta, durante las 24 horas. Tamaño privilegio, que envidian millones de porteños y bonaerenses, tiene sin embargo su explicación.
En el edificio de siete pisos, en el corazón del barrio de Constitución, hubo un robo. Y allí, en la planta baja, vive -en dos departamentos reformados y unidos- el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Cuentan los vecinos que aquel 20 de julio hubo una violenta entradera , una de las tantas que a diario ocurren en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano.
Dos delincuentes abordaron a una mujer que llegaba en ese momento a su casa, la amenazaron con un arma y la obligaron a subir a su departamento, situado en el sexto piso, donde fue maniatada y golpeada junto a otras dos jubiladas con las que vive.
Luego de revolver la casa y encontrar dinero y joyas, según relató una vecina, los ladrones ingresaron en otro departamento, en el tercer piso, en el que vive un joven que también fue golpeado y asaltado. Como habían quedado encerrados en el hall de entrada, a metros de la puerta de la vivienda de Guillermo Moreno, los malhechores buscaron al joven del tercer piso para obligarlo a que les abriera la puerta; luego huyeron.
Después de ese episodio, en Salta 960 hay un policía durante todo el día. También dos custodios de Moreno recorren la zona a bordo de un Ford Focus negro, con vidrios polarizados y chapa oficial.
Extrañamente, la Policía Federal niega todo y relaciona la presencia de agentes con otro hecho, ocurrido en la vereda de enfrente. "Al policía no lo dejan ni moverse. Sólo se queda en la puerta del edificio de Moreno. Antes ni siquiera había uno en la cuadra", dijo un vecino.
Fuentes de la Policía Federal aseguraron a LA NACION que "oficialmente no hay una custodia asignada para ese edificio" y que "la presencia policial allí se debía a que en las últimas horas en un inmueble vecino falleció una persona y se están averiguando las causas", dijeron.
No obstante, según el comentario de quienes residen en el lugar, el deceso ocurrió hace algunos días y en un edificio situado enfrente. La custodia asignada está apostada justo en la puerta del lugar en el que vive Moreno.
Por allí también se pueden ver custodios del Gobierno vestidos de civil, que suelen pasar en distintas horas del día, sobre todo en los horarios en los que hay movimiento en el departamento del secretario de Comercio: a las 8.30, cuando un auto negro lo pasa a buscar para llevarlo a la Secretaría, y a la noche, cuando regresa.
Anteanoche, en momentos en que el policía asignado no se encontraba en el lugar, el edificio en cuestión fue nuevamente protagonista de un hecho de inseguridad, cuando unos ladrones intentaron forzar sin éxito la puerta de entrada.
Tras la entradera del 20 de julio -hecho por el que no hay detenidos-, los moradores del edificio decidieron cambiar la llave de entrada por una computarizada. Habrían gozado de un "beneficio", dado que un amigo del funcionario es cerrajero y les habría hecho un importante descuento en la instalación del producto y las copias de las llaves.
A los vecinos no deja de llamarles la atención la presencia del secretario de Comercio en el barrio. "Hace más o menos un año que vive acá. Todavía no entendemos por qué vino, éste es un barrio de trabajadores", dijo un comerciante de la cuadra.
"Se compró los dos departamentos de la planta baja, los refaccionó para hacer uno solo y ahora está terminando una pileta en el jardín", confió a LA NACION una jubilada que vive en el edificio.
La zona en la que reside el secretario de Comercio Interior no es de las más cotizadas de la Capital ni tampoco de las más seguras. De hecho el valor del metro cuadrado promedio es de 1500 dólares, frente a los 2500 de Palermo, Recoleta y Retiro, donde residen varios funcionarios del Gobierno. En la zona funcionan hoteles alojamiento, pensiones, gomerías y talleres mecánicos.
Fuente: La Nacion
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