El gobierno a punto de quedar involucrado en otro escándalo.
Las pericias de la policía bonaerense y la Gendarmería sobre el asesinato de Walter Navarro en Villa de Mayo, Partido de Malvinas Argentinas reforzarían la hipótesis de que se trató fue un homicidio en ocasión de robo, lo que debilitaría la sospecha de que hay vinculación con mafias políticas, como aseveró el jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina. Éste es también el verdadero gerente de programación de C5,6,7,8N (como en el ambiente periodístico se denomina irónicamente al canal de Cristóbal López). También el secretario de seguridad Sergio Berni y el vicegobernador Gabriel Mariotto se apuraron en acusar al intendente Jesús Cariglino como el autor intelectual de ese crimen. Aunque ahora Mariotto niega haber nombrado a Cariglino. El otro dirigente que se sumó a estas acusaciones fue Edgardo Depetris, el diputado nacional que ocupó la banca de Néstor Kirchner. Esto ocurrió en un programa del canal 26 conducido por Claudio Polimeni y la periodista y también desnudista Julieta Camaño. Allí atacaron directamente al intendente sin reparar en que desde el primer momento la fiscal interviniente, Gloria Reguán, calificó el suceso como homicidio en ocasión de robo pese a las presiones de los citados funcionarios nacionales.
El boomerang
Pero estamos en condiciones de afirmar que, según fuentes de inteligencia de la Gendarmería Nacional, Joan Cannella, detenido como sospechoso del homicidio de Navarro y que cuenta con antecedentes de robo, integraría el Vatayón Militante. La versión indica que Cannella era el encargado de pegarle una golpiza a Navarro para echarle la culpa a Cariglino. Pero el ladrón se habría engolosinado y le quiso robar la Meriva a Navarro. Éste entonces se resistió y tiró las llaves del auto adentro de su casa. Cannella le disparó al brazo y la bala de 22 penetró por la axila, causándole la muerte. Pero el malviviente no sólo excedió el encargo que le habrían dado, sino que en el forcejeo perdió su billetera y sus documentos, por lo que fue capturado al día siguiente. En el caso de que se comprobara efectivamente que el asesino pertenece al Vatayón Militante, se trataría de un caso de terrorismo de Estado y no el resultado de la acción de mafias políticas. Además, Cannella formaría parte de una murga del partido de Pilar y estaría cercano a la agrupación “Negros de Mierda”, cuyo jefe es el murguero Víctor Hortel, Director del Servicio Penitenciario Federal. En fuentes de Inteligencia se menciona que operadores del gobierno habrían tomado contacto con Cannella y su familia para prometerle una rápida excarcelación si confiesa ser sólo un vulgar ladrón y niega el encargo. Así las cosas, podría terminar de la peor manera para el cristinismo el intento de “cargarle el muerto” a Jesús Cariglino, hoy por hoy el blanco central del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
Informador Publico
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