Por Mimi Al Laham (también conocida como “Syrian Girl”) y Lizzie Phelan. Artículo original en inglés.
Traducido por Amigos de Siria
El mito
Ha habido una idea ridícula entre los numerosos grupos de izquierda y aquellos que se oponen al gobierno sirio: que el régimen israelí no quiere ver la caída de Assad. Como auto-proclamados “anti-sionistas”, muchos de estos grupos están satisfechos engañándose a sí mismos con la idea de que ambos de “enemigos” suyos están en el mismo lado. En el caso de varios grupos socialistas, creen que forzando su retórica “anti-autoritaria” en su explicación de la crisis de Siria (sin importar las circunstancias en las que se está aplicando dicha retórica) mantienen una fachada de lucha anti-imperialista.
El periódico socialista La Revista Socialista , con sede en Londres, escribe:
“Israel, aunque hostil a Siria, podría depender del régimen baasista para mantener tranquila su frontera. Por ello, la crítica a Bashar es más moderada en Tel Aviv. ”
Y Simon Assaf de la SocialistWorkerescribe:
La idea de que los sirios comunes que luchan por cambiar su país son peones de un “complot occidental” es absurda … De hecho, la Liga Árabe está tratando de alargar la vida del régimen.
Esta visión también está arraigada entre la oposición “islamista” al gobierno sirio. Rafiq A. Tschannen de The Muslim Times escribe:
Israel cree que estaría más seguro bajo el régimen de Assad que con un nuevo gobierno cuyas credenciales son desconocidas o con un nuevo régimen islámico extremista que abriría un nuevo frente bélico con el Estado judío.
Medios de comunicación israelíes han estado impulsado activamente esta manipulación, ya que ha sido beneficioso para el Estado de Israel desacreditar al gobierno sirio a los ojos de los sirios y los árabes entre los cuales la cooperación con Israel ha sido históricamente una línea roja. Por lo tanto, el objetivo de estos informes ha sido la de crear la falsa percepción de que Israel no está involucrado en la insurgencia contra el gobierno sirio. De manera similar a cómo las potencias de la OTAN estaban dispuestas a retratar a la insurgencia de Libia como una “revolución popular de cosecha propia”.
A principios de 2011 el artículo de Haaretz titulado “el dictador favorito de Israel “, hace grandes esfuerzos para pintar el presidente sirio como un títere débil del Estado de Israel. El artículo está lleno de críticas de sirios comunes que sienten frustración por el fracaso del gobierno sirio para recuperar los Altos del Golán. Incluso va tan lejos como para castigar a Assad por no atacar a Israel. La ironía de que un diario israelí critica el fracaso de un presidente para atacar a Israel pasa desapercibida para muchos. Aún más increíble es que estos grupos anti-sionistas han optado por creer a los medios de comunicación del Estado de Israel.
El grupo de la oposición basado en Turquía, el Consejo Nacional Sirio (CNS), también se subió al tren.El ahora depuesto líder del CNS, Burghan Ghallion dijo al periódico israelí Ynetnews: “Estamos convencidos de que el aliado más fuerte del régimen sirio es Israel”.
Desmontando el mito
Sin embargo, los hechos siguientes exponen todo lo anterior como una mera parte de la maquinaria de guerra psicológica dirigida desde Qatar, Arabia Saudita, Israel y los países de la OTAN, que es una parte esencial de la agresión en general en contra de Siria, y de la que los izquierdistas se han convertido en parte voluntariamente:
El aliado más importante de Israel, los EE.UU., ha instado en repetidas ocasiones a sus aliados a la necesidad de un cambio de régimen en Siria.
El principal aliado de Israel los Estados Unidos ha estado presionando por un cambio de régimen en Siria desde antes de los primeros signos de comienzo de la insurrección. Lo más destacado es que en el año 2007, el general Wesley Clarke, quien se desempeñó como Comandante Supremo de la OTAN entre 1997 y 2000, dijo que había recibido una nota del Secretario de la Oficina de Defensa de EE.UU. que decía que el Gobierno de Siria sería uno de los siete gobiernos que los EE.UU. destruirían en los próximos cinco años.
En titular reciente de The Guardian, “Arabia Saudita tiene previsto financiar al ejército rebelde en Siria” está en el estilo típico de manipulación maligna de los medios de comunicación liberales con sede en los países de la OTAN. El texto de este artículo trata específicamente acerca de los planes de ‘EE.UU. y por más importantes aliados de Israel en la región, Qatar y Arabia Saudita, para pagar los sueldos de los insurgentes. Pero más abajo en el mismo artículo también informa de que ese apoyo se inició meses antes. Un títular menos equívoco, por tanto, sería sustituir “los planes para financiar” con “el aumento de apoyos”, sin embargo un titular sincero sugeriría que ha existido un control externo de la insurgencia en Siria desde su aparición.
De hecho, tanto Qatar como Arabia Saudita tienen una larga historia de hostilidad hacia el partido sirio Baath y la política exterior siria, un hecho que se refleja en sus dos principales medios de comunicación (Al Jazeera y Al Arabiya, respectivamente) que distorsionan la cobertura de los acontecimientos en Siria desde el principio.
Sin embargo, poner de relieve este contexto, daría demasiada importancia al análisis coherente del gobierno sirio de que la crisis dentro de sus fronteras se creó el exterior. Un hecho que los grupos de izquierda tratan de minimizar o descartar, que ha tenido como resultado la promoción de la narrativa que el imperialismo ha hecho dominante, a través de su maquinaria mediática.
¿Por qué ese artículo de The Guardian, y los izquierdistas occidentales que afirman que Assad es bueno para Israel olvidan mencionar que, por ejemplo, a principios de abril, los EE.UU. públicamente se comprometió a duplicar su ayuda a los insurgentes con 12 millones de dólares, en el marco de la “ayuda humanitaria”? ¿O que EE.UU. ha admitado recientemente que está armando a la insurgencia junto con Qatar?. ¿O que, en febrero, el sólido aliado de Israel, el canciller británico William Hague, prometió más equipos a los insurgentes, insistiendo en que “no hay límite para los recursos” que Gran Bretaña ofrece?
No debería tener que explicar a los anti-sionistas que la política extranjera de EE.UU. e Israel es una y la misma.
Eje de la Resistencia
Siria es un miembro del Eje de la Resistencia, que es la única resistencia efectiva militar a Israel.Se compone de Siria, Irán y la resistencia en el Líbano con Hezbollah a la cabeza.Lejos de ser una opción “segura” para Israel, como la escritora Amal Saad-Ghorayeb expone en Al Akhbar en la tercera parte de su crítica a la tercera vía que se ha apoderado de gran parte de la izquierda occidental, Siria siempre ha estado en la primera línea, poniendo en riesgo su propia supervivencia, y ha estadoinvolucrada en todos los conflictos árabe-israelís desde que asumió el poder.Siria ha sido el mayor defensor de los movimientos de resistencia libanesa contra la ocupación israelí; Hezbollah ha reiterado inequívocamente que su capacidad para ganar con eficacia la guerra de 2006 contra la invasión israelí del Líbano se debe al apoyo de Siria e Irán.
Un año después del inicio de la insurrección en Siria, la ridícula noción de que Israel no está persiguiendo el cambio de régimen en Siria comenzó a desmoronarse. El ministro de Inteligencia israelí, Dan Meridor fue citado por la radio israelí , señalando lo que era obvio desde el principio: el cambio de régimen en Siria rompería el pacto de defensa mutua Irán-Siria aislando a Irán y cortando el suministro de armas a Hezbollah.Por último, el mayor adversario de Israel, Siria, quedaría mutilada.
De esto no informaron los medios de comunicación israelíes, que se aseguraban de tapar lo obvio, porque haría más insostenible la posición de los auto-proclamados insurgentes anti-sionistas en el mundo occidental y árabe. Sin embargo, los insurgentes que sostienen que Assad es bueno para Israel no han sido capaces de explicar entonces ¿por qué Israel golpea sin cesar los tambores de guerra en contra de uno de los aliados más importantes de Siria: Irán.
Aparte de querer deshacerse de Assad para asegurar la hegemonía militar de la región, Israel también tiene un interés económico en sabotear el oleoducto de Siria, Irán e Irak que rivalizaría con el oleoducto BTC de Israel y de sus planes para Europa con el gasoducto Nabucco.
La Oposición Pro-Israelí
Con mayor impetu, la ya tenue fachada de ser pro-Assad de los medios israelíes comenzó a desmoronarse y cada vez más voces dentro de la oposición siria han cruzado la línea roja de sonar amistosos hacia Israel.
MK Yitzhak Herzog, quien ya ha desempeñado previamente cargos ministeriales en el parlamento israelí, dijo que los líderes de la oposición siria le han dicho que quieren la paz con Israel después de la caída del presidente sirio, Bashar al Assad.
De hecho, la dirigente del CNS Bassma Kodmani asistió a la Conferencia Bilderberg 2012 donde el cambio de régimen en Siria estaba en la agenda. Kodmani ha pedido previamente relaciones amistosas entre Siria e Israel en un programa de TV francés, yendo tan lejós como para decir: “Nosotros necesitamos a Israel en la región”.
Otro miembro del CNS, Ammar Abdulhamid declaró su apoyo a las relaciones de amistad entre Israel y Siria en una entrevista con el periódico israelí Ynetnews.
A principios de este año surgió una conversación telefónica entre Radwan Ziyade y Abdallah Mouhammad del CNS en donde ellos rogaban al ministro de Defensa israelí, Ehud Barack por más apoyo.
Fuera del CNS los hijos de ex figuras del liderazgo ahora en la oposición se han unido a la carrera de ratas pro-Israel. Ribal al-Assad, el hijo del tío de Bashar al Assad, y exiliado ex vicepresidente Rifaat al-Assad, dio la bienvenida a la posibilidad de hacer la paz con Israel. Y el hijo del ex primer ministro sirio Nofal Al-Dawalibi, dijo en una entrevista en la radio israelí que el pueblo sirio quiere la paz con Israel. Dawalibi formó el “Gobierno Nacional de Transición de la Siria Libre “, otro grupo de la oposición externa que rivaliza con el CNS por el poder en una situación en la que el gobierno sirio caiga. Esta violencia y desunión sectaria, que es un espejo de la Libia post-Gaddafi, está ahora amenazando con contagiar a Siria.
Más abajo en la jerarquía de la oposición, las voces pro-Israel aún pueden ser encontradas.
El sirio Danny Abdul-Dayem, el casi one-hit-wonder portavoz no oficial del ELS, apareció en la CNN mendigando a Israel un ataque a Siria.
Y en una entrevista con el Canal 2 de Israel, el jeque Abdullah Tamimi, un Imam exiliado de la ciudad siria de Homs, dijo que la oposición siria no tiene ninguna enemistad hacia Israel. Tamimi procedió a solicitar apoyo económico y militar para los sunitas en Siria y el Líbano.
Sionistas Anti-Assad y líderes israelíes
Los Socialistas eligieron cerrar los ojos ante el hecho de que prominentes sionistas han estado apoyando a la insurgencia siria desde su creación.
Los senadores estadounidenses John McCain y Joe Lieberman, ambos bien conocidos por ser cercanos amigos de la entidad sionista, se reunieron con el CNS y los insurgentes sirios en la frontera con Turquía, entonces, hicieron un llamamiento a los EE.UU. para armarlos. De hecho, Joe Lieberman, ha estado llamando a la guerra contra Siria desde 2011.
Otro bien conocido sionista, Bernard Henri-Levy, quien fuera punta de lanza de la destrucción de Libia por el bombardeo aéreo de la OTAN, ha pedido también un ataque contra Siria.
Bernard Henri-Levy
Más recientemente, las voces dentro del Gobierno israelí han sido más abiertas y exigentes en su deseo de ver el reemplazo del gobierno sirio por un régimen títere más amigable.
El presidente israelí, Shimon Peres, al recibir la ‘Medalla de la Libertad “del presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que el mundo tiene que deshacerse de Assad. Que él estaba recibiendo una medalla requiere su propio artículo dedicado a psicoanalizar tal evento, pero también que él reclamara, mientras es parte de un sistema que es responsable de algunos de los abusos más graves para la humanidad en la historia, que desde un punto de vista “humano” Assad debe irse, realmente debería hacer pensar a los llamados anti-sionistas.
Otros miembros del gobierno israelí, como el viceprimer ministro israelí, Shaul Mofaz, instó a las potencias mundiales a montar un cambio de régimen en Siria al estilo de Libia.
Y el ministro de Defensa israelí, Ehud Barack llamó al “mundo a actuar ‘ para eliminar Assad, mientras el viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalon, acusó al “mundo ” de comportarse mal por no haber actuado contra el gobierno sirio y luego ofreció la “asistencia” de Israel para los “refugiados” sirios. Fino eufemismo para referirse a armar a los insurgentes en la frontera.
Conclusión
Además del abierto deseo del gobierno de EE.UU por un cambio de régimen en Siria, una y otra vez verbalizado, Israel tiene evidentes intereses económicos y militares, en particular porque supondría la desintegración del Eje de la Resistencia y la destrucción de los planes de oleoductos rivales. A pesar de las numerosas declaraciones públicas en favor de Israel de miembros de la oposición siria, y del respaldo que la insurgencia siria recibe de multitud de figuras gubernamentales israelíes que piden la caída del gobierno de Siria, así como de grupos de presión sionistas y figuras pro-sionistas como Bernard Henri-Levy, los llamados ‘socialistas anti-sionistas” y los grupos islámicos persisten en su afirmación de que Israel no tiene ningún interés en el cambio de régimen y que la insurgencia dentro de Siria procede de una enraizada base social. No obstante las informaciones contrarias a este engaño están claramente a la vista, parece que los grupos socialistas e islámicos son voluntariamente ciegos.
Sin embargo, su posición es cada vez más insostenible, a la luz de los recientes asesinatos del vice-ministro de Defensa de Siria, Asef Shawkat, del ministro de Defensa, Raoud Dajiha y del asistente del vice-presidente Hassan Turkomani, que el gobierno sirio atribuye de manera directa a Israel, Arabia Saudita y Qatar, según lo revelado en el diario ‘Al-Akhbar’ por el editor en jefe Ibrahim al-Amin.
En un artículo publicado este 19 de julio, Amin escribe que Shawkat, incesantemente demonizado por los EE.UU, Israel y otros, desempeñó un papel importante en la resistencia a la ocupación israelí en Palestina y en otros asuntos. Se hizo cargo en la práctica de las necesidades de las fuerzas de resistencia en Palestina y Líbano, y de sus militantes y cuadros en Siria. Él supervisó todo, desde su alojamiento y transporte, de los campos de entrenamiento y sus disposiciones, y de la preparación de cuadros en el interior de Palestina para venir al país en secreto para el entrenamiento.
Para la resistencia del Líbano, Shawkat fue un verdadero socio, proporcionando toda la asistencia posible sin necesidad de órdenes o aprobación por parte de la dirección. Él fue un actor central en la guerra de junio de 2006. Pasó todo el tiempo en la sala central de operaciones, que se estableció de acuerdo con una directiva de Assad para abastecer a la resistencia con las armas que requería, en particular de misiles que procedían de las reservas del Ejército sirio. Shawkat y otros oficiales y soldados del ejército sirio -incluyendo a Muhammad Suleiman, quien fue asesinado por el Mossad en la costa siria en 2008- pasó semanas coordinando la operación de suministro que llevó a la derrota de Israel.
A pesar de las acusaciones en materia de seguridad, asuntos políticos o de otra índole elevadas por Imad Mughniyeh, líder militar de Hezbolá asesinado, Asef Shawkat no fue más que otro camarada, un hombre modesto que se inclinaba al estrechar las manos de Hassan Nasrallah, y al que le gustaba escuchar cada noche las últimas noticias de Palestina.
Así que, por mucho que uno se autoproclame anti-sionista, pocos en este mundo pueden presumir de haber hecho tanto como Asef Shawkat en favor de la resistencia palestina frente a la entidad sionista. Pese a quedar probado que no se pueden ignorar intencionadamente los hechos y la larga historia de resistencia de Siria frente a Israel, sigue siendo una gran tragedia escuchar a quienes se aferran a la discusión acerca de los asuntos tratados en este ensayo, ya que tal vez sólo sean capaces de renunciar a su visión cuando Siria caiga y entonces la realidad de total abandono militar de Palestina sea devastadoramente clara a su vista.
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