31/12/2012
Dos cruceros turísticos británicos han recalado en Ushuaia previo a su llegada a las Islas Malvinas, en violación a la ley provincial denominada "Gaucho Rivero". La gobernadora Ríos ha cambiado su postura y permite la inmoralidad...
Dos cruceros turísticos británicos han recalado en Ushuaia previo a su llegada a las Islas Malvinas, en violación a la ley provincial denominada "Gaucho Rivero". La gobernadora Ríos ha cambiado su postura y permite la inmoralidad...
El crucero británico Star Princess entrando al puerto de Ushuaia. Foto Gentileza 94diez.com
El Star Princess y el Seabourn Sojourn, se abastecen en Ushuaia, como así lo indica su itinerario previsto desde el año pasado. La diferencia, es la aplicación de la nueva ley que impide tal actividad. Las últimas semanas fueron cruciales, donde media docena de cruceros de turismo reprogramó sus viajes quitando a Malvinas del recorrido para cumplir con la ley provincial que rige en todas las provincias patagónicas. El problema se agudizó cuando más del 50% de cruceros había cancelado su visita a Malvinas, provocando pérdidas millonarias en las islas usurpadas.
Ello provocó una rápida reacción del Foreign Office británico que no dudó en levantar el teléfono y pedir explicaciones tanto a la embajadora argentina en Londres como a la Cancillería Argentina en Buenos Aires. Asimismo, el principal representante de las empresas de cruceros (Kellie Meiman) viajó a Buenos Aires a reunirse directamente con el Director de Malvinas y Atlántico Sur de la Cancillería (Javier Esteban Figueroa). Tras dichas reuniones, se les prometió que se dejaría de lado la aplicación de la ley provincial, y solamente se les requeriría la declaración jurada establecida en el decreto presidencial del año 2010, el cual no prohibe en ningún caso el amarre o abastecimiento de las embarcaciones que se dirigan a Malvinas.
Cancillería Argentina desea que se haga valer un decreto por sobre las leyes provinciales. El decreto solo obliga informar el destino de la embarcación, a Malvinas; en cambio las leyes, prohíben el amarre y abastecimiento de las embarcaciones que exploten los recursos naturales que usurpan los ingleses. En forma insólita, la Cancillería Argentina defiende los intereses del usurpador.
En ese contexto, la tarea del Foregin Office ya estaba terminada, y con la promesa de Cancillería y más tarde con la acción de la Gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, los británicos volvieron a recobrar la paz, antes de iniciar el 2013: los cruceros seguirán llendo a las Islas Malvinas, salvando la economía kelper una vez más, a costa de la complicidad o ignorancia de las autoridades políticas locales.
Es "incalificable" el papel de la gobernadora Ríos, quien el 27 de febrero último firmó un decreto donde extendía la aplicación de la ley Gaucho Rivero a los cruceros turísticos, por considerarlo un recurso natural. Y por esa acción se echó literalmente al crucero Star Princess, y hoy, 10 meses después, la misma gobernadora permita otra vez la llegada al mismo buqueexpresando que la ley "se está cumpliendo". ¿Quién puede entenderlo y explicarlo?
Claramente tampoco entienden desde la Cámara de Tursimo y Comercio de la provincia austral, que impedir el arribo de esas embarcaciones significa un menor rendimiento económico en el corto plazo, pero mayores ingresos a mediano plazo. Pues los cruceros que cancelen Malvinas deberán hacer más viajes dentro de los propios puertos del continente, dejando más divisas en Argentina.
No hay razón para negarse a aplicar una ley, que en sí si quiera debería de existir, sino que el propio sentido común debería de impedir que se beneficie económicamente a los kelpers a costilla del pueblo argentino.
Una vez más, queda comprobado que los gobiernos, tanto nacionales como provinciales, solamente defienden la soberanía de Malvinas en los discursos, pero en la práctica terminan obedeciendo las directivas de intereses extranjeros.
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