Soldados británicos que se encontraban de vacaciones en las Islas Canarias destrozaron un restaurante argentino y propinaron una brutal paliza al dueño del establecimiento y a varios clientes, antes de ser detenidos por la Guardia Civil Española.
El incidente se produjo el sábado pasado alrededor de las 23:00, aunque tomó estado público en las últimas horas en la Argentina, después de que los militares, todos de origen galés, sembraran el pánico en la turística localidad de Costa Teguise, en la isla de Lanzarote.
Los soldados agredieron con extrema violencia a los clientes, al cocinero y al dueño del restaurante, llamado La Vaca Loca, donde dejaron al menos 10 heridos, entre ellos varios agentes de la Guardia Civil que trataron de reducirlos.
También causaron destrozos en el local, en el marco de una batalla campal que se inició cuando el dueño del establecimiento, el empresario argentino Hernán Martín Fondado, invitó a los militares a retirarse después de que lo británicos trataran de llevarse una botella de vino.
Si bien el restaurante La Vaca Loca es un referente argentino de la zona comercial en Lanzarote, los soldados no profirieron palabras de odio hacia el país.
"Sí hubo una fuerte bronca contra la comunidad española y latinoamericana", comentó Fondado, según publicaron medios de prensa de Argentina y España.
"Insultaban en inglés, tenían una alteración fuera de lo normal", agregó el empresario, que fue la primera persona a quien los soldados atacaron, por la espalda.
Después de que dos de los militares se acercaran hasta la barra del restaurante y se llevaran una botella de vino, Fondado invitó al grupo a retirarse del lugar y escoltó a los militares hasta la puerta, pero los británicos, en lugar de marcharse, empezaron a golpear al argentino.
De inmediato, comenzó una batalla en el interior del local, donde los soldados arrasaron con todo lo que encontraron a su paso, según dijeron testigos.
"Eran máquinas de matar", aseguró Valeria, una mujer cuyo esposo debió ser hospitalizado, y agregó: "Eran diez Rambos que no paraban de golpearnos."
"Actuaban en forma coordinada, con estrategia. Entre cuatro agarraban a un cliente, lo amasaban a golpes, lo tiraban al suelo y le machacaban la columna", agregó.
A pesar de que la rápida intervención de la Policía española, los británicos no se amedrentaron: golpearon todo lo que pudieron a los oficiales, "dejaron llenos de escupitajos sus furgones y se burlaban de ellos diciéndoles que el cónsul los iba a sacar de inmediato", contó la mujer.
Tras el primer golpe al dueño del restaurante, nada detuvo a los británicos, ni siquiera la presencia de los clientes más grandes y de niños, aterrorizados.
Los militares, enloquecidos, revolearon mesas, sillas, platos, botellas y vasos, además de romper vidrios, patear puertas y paredes, según testigos.
La brutal pelea terminó con cuatro personas internadas en un hospital local con heridas de diversa consideración y una de ellas casi pierde un ojo.
El cocinero Martín Vessecchia también fue víctima de la paliza: "Los militares entraron bastante borrachos", contó a La Voz de Lanzarote.
En total, seis soldados fueron arrestados e identificados como Christopher Faulkner, Craig Alec Jones, Steven Parry, Thomas F. Lawrence, Carl Mario Patrick Tyers y Darren Meek, a quienes un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción les decretó la prisión preventiva, incondicional y sin fianza.
Todos los militares, que quedaron alojados en el Centro Penitenciario de Tahíche, están acusados de daños y lesiones, aunque a los dos últimos se les imputa también el delito de atentado a agente de la autoridad.
Fuente: www.jornadaonline.com
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